19/Feb/05!f>
Humanoides andarines
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Si para los humanos andar es algo tan sencillo como poner un pie detrás de otro, ¿por qué fabricar robots que emplean muchísima más energía para imitar este
movimiento, que además nunca está bien logrado? La respuesta la tienen científicos de tres universidades estadounidenses, que han presentado sendos androides
capaces de desplazarse de una forma casi idéntica a los humanos, y que además consumen mucha menos energía al hacerlo.
Los tres robots han sido presentados en sociedad por la revisa Science, y han sido desarrollados por científicos de las universidades de Cornell, Hollands
Delft y el MIT. Los tres tres están basados en el mismo principio: los 'andarines automáticos'. Es decir, que no necesitan un motor que les de la orden de
empezar a caminar, y que cuando se mueven, lo hacen de forma dinámica. ¿Sus aplicaciones? La más importante, la investigación de nuevas prótesis de piernas
que se puedan implantar en humanos.
Hasta ahora los robots de aspecto similar a los humanos habían conseguido una gran eficacia de movimientos, pero no lo hacían de la misma manera que caminan
los hombres moviendo suavamente rodillas y tobillos sino de una forma mucho más mecánica. Además, androides como el popular Asimo, de Honda,
consumen 10 veces más energía que los humanos en dar un paso.
Precisamente por eso el nuevo reto de estos equipos investigadores ha sido conseguir robots que comiencen a andar por sí mismos, y que la energía de ese
primer movimiento sirva para todo el 'paseo' del humanoide. Y lo han hecho de formas distintas, con pequeños microchips o motores eléctricos que dan el primer
impulso para lanzar el paso. Luego, el robot prácticamente anda solo.
El más 'inteligente' de los tres robots es el que ha sido desarrollado por el MIT. Bautizado oficialmente como 'Toddler' (bebé, en español), no sólo tiene un andar
muy similar al de los humanos, sino que además es capaz de aprender a moverse. En menos de 20 minutos, el tiempo que tarda en dar unos 600 pasos, el
androide ya es capaz de imitar casi a la perfección la forma de andar de los hombres.
Como los bebés que aprender a dar sus primeros pasos, primero titubea un poco, y con el tiempo, su andar se va volviendo más seguro. Además, es capaz de
utilizar su capacidad de aprendizaje para caminar de forma eficiente en función del tipo de superficie por la que se desplacen, y la rugosidad o dureza del
terreno.
Fuente: El Mundo
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