26/May/06!f>
La nueva generación de robots espaciales del JPL
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A decenas de millones de kilómetros de distancia, el rover Spirit está sobreviviendo a duras penas al invierno marciano.
(Sondas Espaciales) - Arrastrando una rueda frontal inoperativa, el ingenio estuvo a punto de
no ser capaz de subir colina arriba lo suficiente como para conseguir unas condiciones de iluminación que permitieran la carga de sus baterías solares. El Spirit ha
sobrevivido a este reto, pero a medida que envejezca, en el futuro dejará de tener tanta suerte. Afortunadamente, tienen misiones de reemplazo (la Phoenix se
dirigirá al Polo Norte marciano en 2007, y el Mars Science Laboratory lo hará dos años depsués).
Mientras tanto, los ingenieros del JPL están buscando soluciones de futuro, diseñando una nueva generación de robots exploradores que tenga más medios para
enfrentarse a los problemas. Para ello, están inspirándose en los humanos, así como en otros animales.
Uno de los objetivos más arduos en el Planeta Rojo son sus colinas, que exponen capas de historia marciana, dice el ingeniero del JPL Brett Kennedy.
Desafortunadamente, ni los MERs, ni el Phoenix, ni el futuro Mars Science Laboratory, tienen capacidad para escalar pendientes pronunciadas.
Para alcanzar estas cotas, los ingenieros del JPL han desarrollado un equipo de robots para descensos: Dos de ellos descienden a un tercero sobre la cara de
una colina.
También han construido el robot LEMUR IIb, con un cuerpo redondo parecido a una caja de galletas y cuatro pequeñas extremidades. Al contrario que el
equipo de robots de descenso, el LEMUR IIb puede trepar paredes por si mismo.
"Puedes imaginártelo como una mano con cuatro dedos," dice Kennedy. Así, el robot se aferra a la superficie rocosa, apretándose contra la cara de la colina a
medida que se balancea y lentamente se desplaza hacia arriba, pareciendo un orangután.
El hermano del LEMUR IIb, llamado LEMUR IIa, es otro de los robots que los científicos están desarrollando, pero con una misión en mente distinta: ayudar a
los astronautas en construcciones y reparaciones espaciales.
Este robot se parece más a un cangrejo que a un orangután. También tiene un cuerpo circular, y se apoya en la punta de seis patas con las que se desplaza. El
robot, de medio metro de altura, cuado llega a su destino se yergue sobre tres patas mientras gira las demás extremidades, revelando herramientas en cada
articulación de las mismas: Cámaras, linternas o llaves.
Pero aunque ya son útiles para algunas tareas concretas, a los LEMUR aún les queda un largo camino. "Esta tecnología probablemente cobre forma de aquí a 5
o 10 años," dice Kennedy.
Sin embargo, con los presupuestos de la NASA centrados en el retorno del ser humano al espacio, nadie sabe con certeza cuándo serán finalmente utilizados
estos robots antropomórficos.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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