En ciertos discos rígidos, como los que van desde 2 Gb a 100-120 Gb, valores que hoy ya no se usan porque los programas y sistemas operativos requieren discos de 350 Gb para arriba, debe haber cientos de miles. Algunos ya estarán enterrados esperando a que dentro de 100.000 años hayan terminado de ser absorbidos por el planeta como componente del suelo, y otros estarán o apilados en montañas sea en galpones o al aire libre, y algunos en estanterías, cajas y pilas de galpón, dispersos por ahí a o ancho y largo de nuestro extenso país.
Para usar en los Robots Didácticos Sociales, de discos fallados o descartados como el que se ve en la imagen (unidad y plaqueta) obtuve los transistores que se ven en la segunda imagen.
Todavía hay componentes de valor en estos discos que resultan absolutamente descartados, componentes que no podemos obtener en nuestro mercado, muy miniaturizados, muy eficientes, de alta calidad. Ni hablar de los imanes del interior, ni del material de aleación que forma parte de la caja, de los discos y de los brazos que mueven los cabezales, así como algunos bujes, flejes, resortes y ejes acerados. Hasta lo tornillería es un lujo comparada con la que ha producido nuestra industria habitualmente.
Desconozco si hoy hay fabricantes de calidad de tornillos, arandelas y tuercas; ejes, bujes, resortes, rodamientos pequeños, flejes, y otras partes pequeñas; ojalá que sí. Pero mientras tanto, NO DEBERÍAMOS CONVERTIR TODA ESTA TECNOLOGÍA NI EN METALES FUNDIDOS ni EN RELLENOS «ECOLÓGICOS». No sé, que alguien me cuente si me equivoco, que en verdad me voy a alegrar.
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